El Turismo más que una profesión es una vocación de servicio que se lleva por dentro, el servicio impacta más que toda la comida o bebida que pueda consumir un turista en su estadía, es una industria que no cierra sus puertas los 365 días del año, mientras unos celebran las festividades el profesional del turismo aumenta su trabajo significativamente.
Los constantes viajes, tandas extensas de trabajo, feriados ausentes, turnos nocturnos, agotamiento físico al llegar a casa y envueltos en un ambiente de diversión, alcohol, ocio, sexo y una vida de placeres nos hacen pensar ¿Y esa persona tendrá Familia con una pareja e hijos para darles cariño y amor? Termina pareciendo una obra de arte lograrlo y un gran milagro el poder cuidarla y preservarla.
Para poder ser exitoso en este mundo es necesario amar esta profesión pues termina absorbiendo la mayor parte de tu vida en el que te alejas de tu familia y en momentos debes elegir entre el aniversario de bodas o ganarte el despido por no asistir a una reunión de negocios con un cliente en el exterior. Pudiera parecer un mundo tan perfecto pero todo a la larga termina dejando de ser algo nuevo y se convierte en una rutina que amas pero que deja de sorprenderte, es tu trabajo.
Comienza a surgir la necesidad de querer formar un hogar, tener hijos, jugar con ellos, ver su crecimiento, pasar un feriado disfrutando en familia pero el deber llama, que Hombre o Mujer aceptará formar un hogar con una pareja que solo podrá ver 4 días al mes y en ocasiones más besos por Skype desde el extranjero que esos de carne y hueso. Llega un punto en el que comienzan a chocar ese amor de familia y ese amor por el Turismo, en momentos solo queda renunciar a lo que se ama por mantener una familia que se adora y que te llena de vida, o llegar a posiciones que te permitan vivir con tus dos amores.
El Turismo es más que esa diversión, gozo y entretenimiento que se ve desde la pantalla, es una carrera que apasiona y encanta pero esta llena de sacrificios, entrega y la necesidad de renunciar por un tiempo a otras cosas que quisieras llevar a la par, la profesión que amas y esa familia que te complementa.
El profesional del turismo que no entienda que debe darse la oportunidad primero de pasar las etapas más duras, como la de posicionarse en los niveles más bajos donde se demanda más tiempo del profesional para luego optar por posiciones que le permitan disfrutar de una carrera que ama y una familia que anhela y adora, sabiendo manejar con mucha ética el estar rodeados de un mundo de placeres, adicciones y debilidades, sin caer en ellas, si no logra manejar esas etapas al final terminará siendo un esclavo de su profesión donde cada día estará más lejos de la posibilidad de formar y preservar un hogar.
Audi Rodríguez