No es un tema a discusión el hecho de que un mayor de edad sostenga cualquier tipo de relación amorosa o íntima con una menor debe ser penado con todo el peso de la ley, ya que debemos como sociedad preservar la integridad de los(as) menores de edad. En su mayoría son vulnerables a ser conquistadas a cambio de regalos, bienestar económico o por simple placer, pero en todo esto hay un factor que ha venido influyendo de manera significativa, y es el hecho de lo lucrativo que se tornan muchas relaciones de adultos con menores, donde los padres las consienten y reciben beneficios económicos o de otra índole, quedándose muchos casos de estos en un completo anonimato.
Los escándalos de adultos con menores de edad cada día tienen mayor trascendencia, ya que las Redes Sociales están permitiendo que estos casos trasciendan, ya sea por la filtración de fotos, vídeos o por conversaciones entre los adultos y las menores. Hombres de todos los extractos sociales se ven involucrados en relaciones con menores, muchos de ellos con posiciones privilegiadas a nivel social y algunos con gran poder en organismos policiales y estatales, valiéndose de su poder para sentirse intocables en estas relaciones, contando muchos de ellos con la complicidad de los padres.
El gran negocio de las menores de edad en la República Dominicana es algo que se viene arrastrando hace muchos años, donde al descubrirse la relación del adulto con la menor, los padres negocian con el adulto para no llevar los casos a los tribunales, teniendo historias de hombres que han tenido que pagar de 30 mil, 50 mil y hasta por encima de los 100 mil pesos, según el poder adquisitivo del adulto, quienes para evitar caer en manos de la justicia buscan la suma de dinero para dejar todo hasta ese punto. En otros casos el descaro pasa a mayores, muchos padres reciben hombres que pueden ser los padres de sus hijas menores por el hecho de que estos mantienen el hogar, llevan dinero, dan para las cervezas del fin de semana y sus regalos son significativos.
Los padres cómplices deben ser procesados penalmente
Si bien es cierto que los adultos involucrados con menores de edad deben ser procesados y condenados por la justicia, también los padre que utilizan como su gran negocio a sus hijas menores de edad, utilizándolas como carnada para dar su gran golpe económico o como mercancía de alquiler para recibir beneficios que les permitan vivir bien, sirviéndoselas para recibir regalos, pago del alquiler de la casa, entre otras recompensas más, sin importarles la integridad de esa menor o el riesgo que corren cuando deciden romper la relación o ser infieles a esos que han sido por tantos años sus benefactores económicos, desencadenando que muchas de ellas pierdan la vida y los padres sigan como si nada.
Si no se toman medidas más severas sobre todos los involucrados, estas comercializaciones de menores seguirán en aumento, donde solo nos enteraremos de los casos que trasciendan por las Redes Sociales, pero estaremos ajenos a aquellos que se negocian debajo de la mesa, donde se pone el precio y el abusador paga la cuota por el silencio.
Supere su adolescencia y controle sus ganas.
Como hombre me tomo la libertad de darle un consejo a todos aquellos que puedan leer este artículo. No permita que la euforia, el deseo y las ganas, sean superiores a su razonamiento, existiendo tantas mujeres mayores de edad, solteras, en búsqueda de hombres con o sin dinero, con iguales o mejores condiciones físicas que cualquier menor de edad, evite que un gusto le cueste su libertad, su familia y su reputación social, que todo lo construido se le destruya solo por no tener la capacidad de controlar sus ganas.
Si usted se considera débil manténgase lejos de la tentación, evite contactos, conversaciones y encuentros que puedan llevarlo a algo que no pueda ser devuelto atrás, pues así como existen menores inocentes e indefensas, existen muchas que saben lo que están buscando y como podrán conseguirlo, pero no importa el nivel de maquiavelismo y de premeditación que tenga la menor o las veces que haya tenido relaciones sexuales, sigue siendo menor y para la justicia es igual, usted puede ser el que pague por todos los platos rotos.
En esta era digital más que nunca, debemos evitar estar expuestos en situaciones de la que no podamos levantarnos nunca más. Si tiene la duda de si la mujer es menor o no, pida acta de nacimiento legalizada, cédula de identidad y electoral, y búsquela en el padrón, pero evite caer en ganchos.
Audi Rodriguez
