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Escuchar a las autoridades de potencias mundiales dar declaraciones como niños pequeños chismosos que buscan sugestionar cuando no se hace lo que ellos entienden que está bien, sólo da vergüenza e impotencia, “si no haces esto te quito aquello”. Estamos pagando como nación el precio de ser el país más desarrollado en comparación con nuestros hermanos que tenemos al lado, sí hermanos, pues así hemos vivido desde que la guerra fue una sombra oscura del pasado.

La única imagen que tengo del trato con nuestro país hermano Haití, es el de una mano amiga, consciente de los problemas que han vivido como nación por años, aún recuerdo ese terremoto que venía a golpear la esperanza del pueblo Haitiano, que con sus crisis políticas y sociales fruto de líderes irresponsables que la han utilizado sólo para lucrarse de migajas internacionales, venían a ser golpeados una vez más, viendo como sus casas se caían, como su gente moría y entre todo ese drama recuerdo como los dominicanos estábamos igual de consternados como sí fuera a nosotros que nos hubiera afectado.

No solo tengo en mi mente la ayuda del estado dominicano, los recuerdos siguen intactos de jóvenes en las escuelas, colegios y toda una sociedad civil, haciendo recolectas de alimentos, ropas y artículos necesarios para enviar a nuestro hermano país. Es imposible olvidar la imagen del grupo creado por amigos dominicanos del cual fui parte “Dominicanos Unidos por Haití” con el propósito de ser canalizadores de estas ayudas para hacerla llegar a los más necesitados en Haití, no a la oligarquía que sólo ha hecho humillar, aplastar y vivir de un pueblo golpeado por siglos.

Escuchar la frase “Boicot al Turismo Dominicano por maltrato y racismo a los Haitianos” me dejan como aquel niño que sabe que no hizo eso de lo que se le acusa, pero que tiene una persona mayor que por su poder y autoridad impone su verdad y sólo me queda tragarme con impotencia la imagen de un Estados Unidos que por años solo ha hecho ver a Haití como una aldea a la que no les interesa que se levante de su crisis, a unos países Europeos que derrochan el dinero en vanidades, edificios más altos, torres más exuberante y potencias que gastan más en guerra que en ayuda internacional o en inversión para descubrir la cura para grandes enfermedades, eso no les interesa, pero si nos señalan con el dedo haciéndonos responsables, a un país que cabe en una esquina de sus inmensos territorios.

La República Dominicana al igual que nuestros hermanos haitianos hemos sufrido y pasado por etapas difíciles, desde el intento de invasión de los mismos Estados Unidos de América hasta el control de tiranos, pero hemos luchado y nos hemos empoderado. Nuestro Turismo ha sido nuestra gran cuna, para recibir al mundo y que vean nuestras maravillas, para que jóvenes tengan trabajos dignos, para preservar nuestros recursos, para hacer turismo sin tener que visitar otros países, para que nuestra tierra se levante cada día más alta y logremos el desarrollo que todos queremos.

El Alcalde de New York que irresponsablemente emite declaraciones que atentan contra lo que hoy hemos construido, debe saber que la comunidad dominicana en su ciudad es bien considerable, gente de trabajo que se encuentra luchando para que Estados Unidos sea un mejor país, pero también debe saber que aquí hay jóvenes que no nos interesa ir a vivir a su país, pues nos hemos puesto como meta luchar en la nuestra, desarrollar nuestras tierras y que nuestro Turismo sea grande como lo es nuestro deseo de desarrollo.

No permitiremos que atenten contra lo que hemos construido, aún por las Redes que es la herramienta más fuerte que poseemos para que nos escuchen, nos alzaremos, pero nuestro Turismo, ni mucho menos nuestra actitud solidaria hacia el pueblo Haitiano no permitiremos que sea dañada ni borrada por líderes irresponsable que nunca han venido a ver y sentir la realidad de estas naciones.

Hemos sido, somos y seguiremos siendo un pueblo solidario con Haití, pero somos un país libre e independiente.

Audi Rodríguez

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2 Comentarios

  1. Si bien es cierto que el imperialismo siempre se ha valido de chantajes para dominar las naciones mas debiles en general y la nuestra en particular, no menos cierto es que ser anti-imperialista requiere de espiritu revolucionario coherente y despojado de todo protogonismo, el que corresponde a los trabajadores y los humildes, independientemente a la nacionalidad y otras diferencias al margen de los intereses de clase de los que se apropian los miembros de las elites que dominan las estructuras economicas, politicas y sociales de injusticias que son las que provocan las grandes diferencias entre los haitianos y dominicanos en general, pero que en lo particular no se diferencian cuando nos referimos a los explotados, empobrecidos y alienados de ambos pueblos. No podemos apoyar ningu tipo de boicot economico contra la nacion, no importa los motivos, ya que quienes sufren son los mismos a los que que se intenta “defender”, los intereses de los pobres, pero los causantes de la tragedia de los inmigrantes dominicanos, es causada directamente por la partidocracia que nos domina en base a politiqueria, generando la segregacion racial y estimulando la division entre los trabajadores y los pueblos de Rep. Dom. y Haiti. No verla de esa manera, a mi modo de ver, es intenar “tapar el sol con un dedo”.

  2. En el escrito anterior, en vez de “la tragedia de los inmigrantes dominicanos”, la intencion era decir: la tragedia de los inmigrandes haitianos, a pesar de que tambien no es menos cierto que la tragedia de las emigraciones de dominicanos hacia otros paises tiene la misma raiz que la de los haitianos hacia territorio dominicano, al que no se le da un trato en base al respeto a los derechos humanos, realidad que persisten en negar hasta supuestos “avanzados” intelectuales y vergonzantes izquierdistas, con el silencio complice de los partidos politicos, tanto del sistema opresor y electoreros como de los eternos opositores sin participacion en los canclaves eleccionarios; los primeros, por el temor de perder votos de la poblacion, un oportunismo que los delata como complice de la opresion de los trabajadores y todo el pueblo, al que se le debe orientar y educar en base a la solidaridad que nace de la conciencia y la sensibilidad humana, del espiritu verdadero de justicia, no para “sacalinar” luego de haber prestado socorro antes castastrofes como el terremoto que sacudio a la hermana Rep. de Haiti. Las mentiras para rechazar los actos de prepotencias opresoras de las potencias extranjeras, no dan fuerza a la razon que tenemos para establacer reglas migratorias y lo que hacen es provocar mayor rechazo a las violaciones de los derechos humanos de los inmigrantes trabajadores haitianos en nuestro pais, que el mismo gobierno niega que existen, mientras permite al ejercito y la policia, junto a banda de malechores, actuar como para-militares, para amenazar a familias enteras de haitianos que salen de sus casas, dejando todas sus pertenencias y hasta miembros de la misma familia que no esten presente al momento de las agresiones. Esos actos de injusticias y crimenes al mejor estilo del fascismo, no hay forma de justificarlos.

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