Si algo puede llevar a un ser humano al desequilibrio emocional es un desorden económico, saturados por deudas y compromisos que parecen crecer cada día más, es una gran montaña a la cual no le vemos el fin y vamos haciéndola crecer día tras día, en ocasiones quizás no es que nuestros ingresos sean pocos, es que nuestros gustos los triplican, queremos vivir una vida que no va a la par con el dinero que podemos producir, el consumismo y la vanidad nos arropa, querer demostrar que podemos tener las cosas y competir para estar mejor que aquellos que nos rodea y con el paso del tiempo nos vamos formando nuestra propia soga en el cuello en la que al final todo termina en nuestro descalabro, pues no tenemos por donde respirar y la soga se aprieta cada día más, y es que un día olvidamos que todo llega a un tope y cuando las deudas tocan ese nivel o sucede un milagro o simplemente tu vida colapsa…
No sustentes tus gustos, placeres y cosas innecesarias a deudas, adapta tus necesidades a tus ingresos, no tendrás esos grandes placeres, pero vivirás en paz con lo poco que puedas recibir, es mejor un gozo medido, a tener que vivir todas las noches pensando en como vas a poder salir de ese gran hoyo.
Audi Rodríguez