El currículum profesional que las empresas demandan de los posibles candidatos cada día se hace más complejo, las exigencias aumentan y ya no basta con unos estudios básicos universitarios, las empresas exigen capital humano más especializado en áreas específicas, esto obliga al profesional a tener que esforzarse más por ampliar sus conocimientos y especialidades.
Con esta ola de exigencias los jóvenes que quieren comenzar a navegar en el mundo laboral han venido a chocar con una pared en el océano y es la limitante de que las empresas en la mayoría de sus puestos exigen una experiencia laboral previa, lo que termina limitando sus posibilidades, parámetro que es entendido en muchas posiciones, ya que existen niveles dentro de la empresa en el que resulta contraproducente comenzar a entrenar una persona que nunca ha tenido una experiencia en el aspecto laboral.
Uno de los errores o pudiera mejor llamarle mala decisión que están tomando los jóvenes en su planificación profesional es iniciar sin una experiencia previa laboral sus estudios de Maestría, muchas veces forzados por la situación de no encontrar oportunidades laborales y estos deciden seguir especializándose más, sin darse cuenta que aumentar su hoja de vida en conocimientos teóricos y dejar reducida la parte práctica que es la experiencia laboral, solo le vuelve un candidato menos apto para ciertos puestos.
Crece la desesperación, pues un profesional con una Maestría ya dentro de sus parámetros y exigencias internas, no son nada parecidos al estudiante aquel que tenía en su hoja de vida una Licenciatura. Se convierten en profesionales con un desnivel en el equilibrio laboral, conocimientos teóricos y prácticos se encuentran muy distantes uno del otro, vacantes laborales en los que antes podían ser vistos como posibles candidatos ahora pasan a ser rechazados en la primera revisión del currículum.
Muchos profesionales se ven obligados para poder adquirir los conocimientos de una experiencia laboral inicial a eliminar de su hoja de vida sus estudios de Maestría, lo que significa una pérdida de años de estudios que sólo podrá ser compensada en unos años cuando la experiencia laboral y los estudios teóricos realizados se encuentren en equilibrio.
¿Cómo sabes en que te vas a especializar sí no haz probado el plato completo? así debe verse una Maestría, es el punto que quieres agudizar de todos los que recibiste en tu Licenciatura, no puedes conocer en lo que eres bueno o te gusta sí no haz tenido la oportunidad de practicar tu carrera en el área laboral y conocer todas sus variantes, fortalezas y debilidades, así como las oportunidades que te puede ofrecer.
Mi recomendación gira en base al escenario siguiente: la mentalidad del sueldo que siente merecer un Licenciado nunca será igual que aquel estudiante universitario que aún no se ha graduado, intégrese al área laboral en sus años de universitario(a) eso le facilitará que al graduarse ya tenga una experiencia laboral y un trabajo del cual partir para buscar algo mejor, el bajo sueldo no le molestará por su nivel actual. Tomar la decisión de hacer la Licenciatura y luego sin la experiencia laboral alguna hacer una Maestría es cerrarse las puertas al mundo laboral, convirtiendo profesionales demasiados calificados en teoría, pero carentes de prácticas y con aspiraciones de sueldos gerenciales, es el choque al estancamiento para cualquier joven que inicia su carrera profesional.
Audi Rodríguez
Excelente planteamiento Audry. Lo que abordas en este artículo es una situación que viven muchos profesionales de nuestro país, incluyendo los profesionales de Turismo. Gracias por compartir con nosotros esta opinión sobre el tema. Hace poco escribí un articulo que va en esa direccción. Aqui te dejo el link http://wp.me/p4U46u-3L.
Un saludo,
Muchas Gracias mi hermano !!! Lo leeré