Foto: kienyke.com
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Siempre he sido promotor de la frase: “El mayor de los problemas no es que mientas, es que un día te llegues a creer tus propias mentiras”. La era de las Redes Sociales ha traído consigo muchos cambios y uno de ellos es que dedicamos más tiempo a expresar por estos medios lo feliz que nos sentimos a diferencia de las veces que lo hacemos en vivo, una felicidad que dura el tiempo que tarda el estado en publicarse.

No es malo proyectar al mundo que te sientes feliz, lo intrigante es el descubrir en ti mismo si en verdad es felicidad o un sentimiento de mostrarle a alguien en específico que estas bien y que eres feliz, tapar con un manto digital tu verdadera realidad, publicar una carita feliz mientras tus ojos son un manantial de tristeza, publicar que estas bailando mientras estas en una cama llorando un fracaso, subir una foto sonriente con tu pareja adornada con una sonrisa que solo duró el tiempo en que se tomó la foto, después todo sigue frío y sin el mínimo interés.

Este contraste de sentimientos nos está matando socialmente, la tasa de suicidios crece, depresiones y desastres emocionales se están apoderando de nosotros, le estamos poniendo anestesia al dolor pensando que engañando al mundo nos beneficia en algo, mientras nos vamos matando lentamente, no estamos practicando lo que proyectamos, pensamos en como entretener al que está en la red y nos olvidamos del que está a nuestro lado.

¿Lo que proyecto en las Redes Sociales es lo que siento? ¿Soy Feliz?…autoevaluate a ti mismo(a), lo que hoy vez simple mañana puede convertirse en un problema mayor, es muy difícil cargar con una vida, imagina el infierno que es cargar con dos, proyectar algo que no sientes ni eres para después volver a tu cruda realidad, te estas dañando a ti mismo(a).

No tienes que publicarle al mundo tu dolor, pero tampoco debes vivir para proyectar una felicidad falsa que no existe, te estas creando un mundo de falsedad en tu cabeza y un día puedes chocar con la realidad y será muy fuerte despertar.

Audi Rodríguez

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