Convivir en sociedad es una de las cosas más difíciles pero necesarias con la que tenemos que vivir los seres humanos, tratar personas de temperamentos tan diferentes y con ideologías distintas es muy difícil, pero aún más difícil e imposible es tratar de caerle bien a todo el mundo, un mundo donde la ambición, el egoísmo y la envidia nos arropa, es imposible escaparse de ella al menos que seas el mendigo de la esquina.
Algunas personas les afecta más que a otros pero sobre todo duele más cuando te toca ir escalando ante los ojos de una sociedad que no tiene como manchar tu crecimiento, es ahí donde crece la crítica, la difamación y esos comentarios negativos que tanto nos llegan a afectar. Sin darnos cuenta no es más que la señal de que estamos por encima de los ojos de quienes nos difaman, pues nadie pierde su tiempo en criticar el suelo, levantan su mirada al cielo para buscar las dudas de su existencia.
Sí haz decidido ser una persona diferente al montón y haz estado dispuesto(a) a escalar sobre la base de tu esfuerzo y dedicación, que la bulla no te distraiga en tu camino a la cima, si llegas a caer dejarás de escuchar las voces pues a nadie le importa el que está derrotado, la meta es derrotar a quien esta en la cima.
Que dediquen tiempo ha hablar de ti sin conocerte, que te critiquen sin hablarte y que te juzguen sin nunca haber conocido tu historia, es muestra de que no necesitas presentarte para que sepan que existes, te están sintiendo, te observan, te miran y te dedican tanto tiempo que pasas a ser lo mismo que una celebridad para ellos, siéntete orgulloso(a) como persona.
Si no quieres conformarte con ser una persona más del montón, coloca tapones en tus oídos, focalizate hacia donde vas y no escuches solo aquello que sea para sumarte o hacerte crecer, todo lo que este enfocado hacia otro camino solo te hará daño.
La crítica social es el precio que debemos pagar por querer ser alguien en la vida.
Audi Rodríguez