Leyendo el título de este escrito a primera impresión pudiera parecer contradictorio, ¿Cómo una mujer que esté en condición de soltera y cada día alcance más éxitos esto la va a alejar más de formar un hogar? pero en verdad no es una contradicción, es un comportamiento social con el cual nos encontramos cada día con más frecuencia.
En las últimas décadas la mujer ha pasado de ser esa ama de casa que la sociedad la encasillaba a cuidar de sus hijos y de su esposo, a ser la que ocupa los grandes puestos en las empresas, a ser el género que más está estudiando y capacitandose, eso ha traído la independencia de la mujer, el no tener que depender de un hombre para tener buen carro, un cómodo apartamento y la satisfacción de sus propios placeres, algo que aplaudo en lo personal y entiendo que ha sido un ola de vientos a favor de la mujer.
Todo cambio social trae con el un sin número de situaciones sociales que pernoctan en nuestro diario vivir, ese tipo de mujer que va forjando el éxito, que va siendo relevante a nivel empresarial y que se convierte en una fuerte generadora de ingresos va desplazando otros aspectos de su vida, el verse como esposa, el sentirse como madre, el sacrificar tiempo para continuar su proyecto y dedicarlo a formar su familia ya no es una prioridad. En este despliegue de prioridades los años van pasando y la situación se va tornando aún más complicada.
Las pocas relaciones que logran tener en un periodo de tiempo son cortas, el nivel de autosuficiencia en momentos no le permite ceder ante cosas, aceptar otras y tolerar muchas, se van haciendo adictas al éxito y herradas al compromiso. Una mujer acostumbrada al éxito social cada día se perdona menos el fracasar en relaciones, por eso llega un punto en el que deciden dejar de intentarlo y alimentan toda su existencia en esa satisfacción profesional, reconocimientos sociales, logros laborales y en el imperio económico del que se sienten libres e independientes.
A diferencia del hombre cuando la mujer va llegando a una edad más adulta en la que la adornan todos los títulos sociales y logros profesionales, con una auto-independencia única se va convirtiendo en una pared para muchos hombres que no están dispuestos a cruzar, una mujer poco común, con un sistema de vida de muchas libertades y segura de lo que es, termina siendo el espanto de muchos.
Los años pasan y se va perdiendo la esperanza, la desesperación o la presión social de “forma una familia, ten tus hijos” puede llevar a la mujer a cometer errores con los hombres menos indicados, lo que termina siendo la estaca final para continuar una vida en soledad sentimental, viendo los años pasar y cada día viendo el hogar como algo que no fue creado para ellas.
Pudiéramos cuestionarnos que la mujer exitosa está condenada a ser soltera y no gozar de una buena relación ¿?, claro que no, todo se basa en el equilibrio de la vida, a todos nos sostienen diferentes columnas, la profesional, la familia, los amigos y el éxito personal, no puedes dejar que todo descanse en una sola, debes dedicar tiempo a ti, a tus sentimientos y no dejar que el éxito y la ambición por ser más te aleje del mundo sentimental, al final te sentirás incompleta como mujer pues solo te sostiene una columna y las demás las dejaste caer.
Me declaro admirador número uno de la mujer exitosa, independiente y que ha sabido calar en la sociedad y les aplaudo de pie, solo les invito a equilibrar sus vidas eso es también parte del éxito.
Audi Rodríguez
[…] 2- Mujeres Solteras y Exitosas cada día más lejos de formar un Hogar […]
Admito que he perdido mi tolerancia en las relaciones , y recuperarla me ha de costar muchas lagrimas por que ya me he acostumbrado a no permitir ue ningun hombre me haga sentir menos, pero igual no podre vivir sin ellos tengre que lidiar con todo eso… Dios me de sabiduria …