El mundo de hoy no es parecido al de años atrás, se ha logrado en este trayecto tener cambios significativos, la mujer no ocupa el puesto detrás de escenas que ocupaba décadas atrás, sus puertas se han abierto y las posibilidades de escalar de forma igual o más alto que el hombre permitiéndoles tener la independencia y un estilo de vida acorde a sus necesidades y gustos, es cada vez más relevante.

Todos estos cambios han generado una forma diferente en la que muchas mujeres han decidido vivir sus vidas, al punto de reguardar todo en torno al éxito profesional, olvidando su capacidad o disposición para tener un hombre a su lado. El éxito que suponen tener las hacen menos tolerantes y conscientes del esfuerzo que requiere mantener una relación, el cual prefieren emplearlo en mantener un estatus social, antes que un hogar.

Es más frecuente encontrarnos con mujeres exitosas en el plano profesional, donde su compañía por años en cuestión sentimental es la soledad, aún intentando iniciar relaciones amorosas, estas duran menos que su próxima meta profesional, el enfoque que tienen sobre la vida las lleva a no sopesar que la existencia del ser humano se encuentra compuesta por diversas columnas que las sostienen, donde todo debe mantenerse en un equilibrio para no caer.

Será cada vez más frecuente encontrarse con una mujer elegante, madura y establecida con todos los logros profesionales que un hombre o una mujer pueden alcanzar, pero fracasadas en cuestiones de sentimientos, derrotadas en la formación de un hogar y cada día con una coraza más fuerte para impedir entrar a eso que le temen, donde les ha faltado entrega y dedicación para afrontar el gran reto de saber navegar junto a alguien más, donde las corrientes fuertes hay que saberlas enfrentar y los caminos austeros hay que dejarse guiar y saber aguantar, sin llegar al punto de dejarse dañar.

La vida debe girar en base al equilibrio de sus columnas principales: Familia, Amigos, Profesional y Sentimental…cuando se dedica toda una vida a fortalecer sólo una de sus columnas, termina siendo una vida vacía, de cosas que otras nunca podrán llenar.

Audi Rodriguez

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