Fotos: www.info7.mx
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Si en algo coincidimos como sociedad es que las cosas han cambiado, en pleno Siglo 21 el lenguaje del amor no se traduce igual, es más constante el interés y el beneficio particular, aunque no todos se han unido a la corriente del materialismo, ya es una realidad que cada día crece más, fingir amor a cambio de compensación, que traducido a un lenguaje más llano es la nueva modalidad de “Prostitución con clase”, mujeres que entienden que entregarse sólo por amor es desperdiciar su cuerpo, que pudiera ser más aprovechado sí el que va a gozar paga el costo de mercado, como muchas suelen decir.

Cada quien es libre de lo que hace con su cuerpo y con su Dinero, pero llegar al punto de la ingenuidad ya es demasiado, en este mercado de oferta y demanda, donde el que más ofrezca se lleva el producto, hay hombres que entienden que aquello que conquistaron con Dinero lo podrán mantener a base de sentimientos, su ingenuidad llega al límite de pensar que ha nacido un amor verdadero fruto del Dinero, se les olvida que a quién se le atrae con carne no se le puede mantener de ensaladas. Es un negocio informal, sin contrato, ni especificaciones, pero con reglas de juego generales.

Se dice que en toda negociación en la que el comprador y el vendedor tienen las cosas claras resulta un mejor negocio para ambos. Ha llegado la época en que la prostitución a salido de los cabaret, Nigth Club y de las calles, llegando a los restaurante más finos, universidades, centros nocturnos y demás negocios donde era más frecuente encontrar un amor “sin interés”, muchos hombres cegados han olvidado esto y comienzan una negociación que luego confunden con sentimiento y quieren después matarse ellos o matar la mujer.

No puedes querer conquistar unos ojos que observan y un cerebro que ambiciona, con lujos, prendas y detalles, para después pedirle que se mantenga por sentimientos, cuando usted decidió iniciar ese proceso debía tener claro que estaba definiendo las condiciones del juego sin darse cuenta y las mismas fueron aceptadas, no pretenda cambiarlas y luego no esperar que le abandonen, quién llega por un motivo, no permanece cuando ese motivo ya ha muerto, las condiciones cambian y es momento de abandonar el juego, no quiera arrebatarle la vida o quitársela usted, cuando desde un inicio todo estaba definido.

Quién no quiere mojarse no se mete al agua, sí quieres amor no salgas a conquistar a base de Efectivo y quien decide hacerlo no puede olvidar que está comprando, no enamorando. En la vida obtendrás el resultado de lo que salgas a buscar y una mujer con valores y con el único precio de ganar sus sentimientos, no se encuentra en vitrinas entregándose por unas cuantas prendas, todo está ahí, usted elige, pero después no quiera venir a cambiar las condiciones del contrato no escritas.

“No estas comprando todos los derechos, estas pagando por un alquiler hasta que puedas mantenerlo”

Audi Rodriguez

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