La degeneración social ha traído consigo modas y tendencias en la forma de vivir de las personas, la motivación a tener lujos y las últimas tendencias de la moda de una forma fácil crea patrones y las vías de como conseguir esas cosas y es que todo parte de una de las profesiones más viejas la ‘Prostitución’, abarcando en ella tanto a hombres como mujeres, aunque en el sexo femenino es más frecuente.
Al entrar a un buscador como Google y colocar la palabra ‘Chapeadora’ nos damos cuenta que sin lugar a dudas más que una frase aislada se ha convertido en una frase calificativa que toca todos los estratos sociales y catalogada a un estilo de vida que muchas mujeres con orgullo han decidido vivir y para ellas no es más que un privilegio el decir que tienen la capacidad de adquirir todo lo que quieren de esta forma. Nos hemos preocupado más por como le llamamos a las cosas en vez de analizar el comportamiento social y el estilo de vida que esta frase siendo despectiva o no esta significando en la actualidad.
Los términos de Chica Viper, Prepagos, Damas de Compañía, entre otros no son más que los mismos términos refinados con los que hemos querido tapar socialmente lo que es en verdad la ‘Prostitución’. Una doble moral social nos lleva a no llamar las cosas por su nombre y pensamos que prostitutas son solo esas mujeres que trabajan en centros nocturnos y tienen una tarifa establecida, todo esto es fruto de ir colocando nombres a nuevas tendencias sociales de practicar la prostitución.
La palabra “Chapeadora” a la que muchos consideran despectivas y otros solo un calificativo de la práctica que realizan, asociándolo a la vanidad no a la necesidad, mujeres que no tienen la necesidad de alimentar a un hijo o a su familia pero sus vidas de lujos y extravagancias las llevan a salir con hombres que pueden garantizarles a cambio de sus compañías estas necesidades con el propósito de obtener todo lo que puedan de estos hombres hasta el punto de dejar a algunos en la banca rota. Quizás pudiéramos verlo desde el punto de vista que cada quien elige la forma en como vive su vida pero la realidad es que estas tendencias ya no son situaciones aisladas, son patrones sociales en crecimiento que son el ejemplo de niñas y niños donde el sexo femenino entiende que esta es la mejor manera de conseguir lo que quiere y el masculino que debe buscar dinero a toda costa para pagar ese precio.
La mujer merece respeto, debe ser valorada y cuidada su imagen, ya que es la parte más integra y delicada que tenemos en la sociedad, antes de crear terminologías que busquen denigrarla al punto más bajo debemos luchar por darle a nuestros niños y niñas una formación donde entiendan la importancia de cuidar y respetar la mujer, son ellas las que dan vida y educan a los hombres y mujeres del mañana en su mayoría sin la ayuda de la imagen paterna. La música que fomenta estos contenidos denigrantes hacia la mujer debe ser prohibida y condenada, ya que solo logran hacer un daño mayor tanto en la percepción como en la realidad.
El no preocuparnos por dar una formación en valores desde el hogar, en el que nuestros hijos entiendan que se puede llegar a tener grandes cosas sin tener que recurrir al dinero fácil mediante actividades denigrantes, nos seguirá arrastrando como sociedad a un hoyo que al reaccionar ya será muy tarde para reivindicar.
Audi Rodriguez