Para: Señor Serafín Coste Polanco
Dedico unos minutos para escribirle esta carta porque callar es ser un cómplice más de las malas acciones que se hacen en nombre de Dios, por respeto a el debo manifestarle esto.
Sin politizar el contenido de esta carta y olvidándonos de preferencias políticas o partidarias, le escribe un fiel seguidor de la Iglesia a la que usted representa y con la que usted se ha comprometido a seguir, predicar y llevar a todos sin excepción las palabras de Dios.
Escuchar unas declaraciones que usted hiciera me pareció que estaba escuchando una persona ajena a Dios y a sus palabras, pero luego que le veo en la televisión con una sotana y el subtitulo en la pantalla que decía “Padre”. Debe ser una vergüenza para la Iglesia Católica y para sus fieles decir que usted representa la palabra de Dios, cuando en sus escrituras Dios manda a perdonar y llamar a la conciliación, perdonando hasta a nuestros enemigos, pero escucharlo decir “que usted no permite que tal o cual persona entre a su iglesia” son mínimo las palabras de un siervo de Satanás. Pues así mismo se debe usted expresar de las prostitutas, ladrones y de quienes han estado en el camino de la oscuridad, cuando nuestro Dios el que usted representa en su palabra, dice “que todos somos hijos de él”.
Nunca había escuchado su nombre o una manifestación pública que trascendiera hasta este momento, y me pregunto ¿dónde estaba usted? con toda su energía y entrega a la buena moral, cuando el Ex-Nuncio Wesolowski violó los niños de nuestro país la República Dominicana, ¿dónde estaba usted? cuando el padre Jhonny de Constanza fue imputado de abusos y otros delitos sexuales contra siete menores de edad, pues sí más no recuerdo la iglesia que usted representa y representantes como usted les protegieron y guardaron silencio. Es ese su entorno más cercano con casos deplorables y no se ha escuchado nunca su manifestación pública.
Entre otras preguntas que me hago es, ¿dónde está usted para exigir sobre la violencia que arropa a la ciudad de Santiago, el asesinato de jóvenes inocentes, mujeres y hombres de bien? nunca lo he escuchado manifestarse, pero ahora lo escucho para sumarse a la politiquería barata de este sistema, como sí usted fuera un partido más de oposición.
Es usted igual que los miles que solicitan ayudas y ofrendas que no son contabilizadas ni reportadas el manejo de esos fondos, de los mismos que solicitan ayudas a esos políticos que hoy usted con toda su moral en el pecho pregona de juzgar y condenar. Y es que estoy 100% seguro que sí usted estuviera recibiendo la ayuda continúa que solicita de esas personas que hoy usted hace pantalla politiquera, no estaría hablando ni una sola palabra, me atrevo a apostar que seguiríamos sin saber que usted existe hasta sus declaraciones pasadas.
La sociedad le agradecería más que comience por promover la limpieza de su entorno que tan corrompida está, con padres pederastas, abusadores de niños y extorsionadores, que manchan la imagen de quienes sí representan con honor la palabra de Dios y de la Iglesia Católica, no posee usted la moral social ni es su papel, el juzgar o condenar, esa no es su función como representante de Dios.
Quien le escribe hoy siente vergüenza de decir que usted es un representante de la iglesia a la que sigo, es usted uno de los responsable de que la Iglesia hoy esté perdiendo miles de fieles por supuestos líderes irresponsables como usted, que hacen todo lo contrario a lo que manda Dios.
Pídale perdón a Dios por alejar de la casa del señor a quienes usted considera que están condenados al infierno, hasta que no se confiesen con usted el “Gran Salvador”.
Quien le escribe,
Audi Rodríguez
